El desarrollo ágil en la actualidad
En el año 2001 diecisiete especialistas, convocados por Kent Beck, definieron el término “Métodos Ágiles” para referirse a las metodologías que estaban surgiendo como alternativa a las tradicionales. Los integrantes de la reunión resumieron en el Manifiesto Ágil cuatro valores y doce principios sobre los que se basan los métodos alternativos (Beck et al., 2001).
Al consultar el Chaos Manifiesto (The Standish Group International, 2013) se puede constatar que uno de los factores de éxito de los proyectos en el 2012 fue acatar un proceso ágil. En el caso específico de los proyectos pequeños se identificaron en este reporte un total de 10 puntos de éxito para la implementación de un proceso ágil.
En los últimos años la adopción de los métodos ágiles para el desarrollo se ha incrementado. Según el World Quality Report (Reporte de Calidad Mundial) del 2013-2014 (HP, Ayer Sogeti, & Capgemini, 2013) el 83% de las empresas usan metodologías ágiles para el desarrollo de sus aplicaciones, ya que éstas les permiten adaptarse mejor a los cambios del mercado. El 46% de estas empresas no disponen, sin embargo, de técnicas de prueba consistentes para estas metodologías. El World Quality Report se basa en entrevistas a 1500 directores de TI de 25 países.
CMMI DEV 1.3, PMBOK y ÁGIL
Por otro lado el Modelo de Integración de Capacidad y Madurez (CMMI, por sus siglas en inglés) en su revisión 1.3 (CMMIProductTeam, 2010) es el patrón de la mejora de proceso en el dominio del desarrollo de software pues provee un enfoque sistémico y sistemático para la mejora de procesos. Según estadísticas de CMMI Institute, (2014) ha habido más de 9500 evaluaciones de 84 países hasta marzo del 2014. Entre estos países se encuentra Cuba con una certificación de CMMI para Desarrollo (CMMIDEV), de la Universidad de las Ciencias Informáticas. A nivel mundial los países con mayor
cantidad de evaluaciones CMMI son China, Estados Unidos, India, España, Japón, Corea del Sur, México, Brasil, Francia y Taiwán (CMMI Institute, 2014).
En cuanto a la gestión de proyectos el estándar por excelencia es el Cuerpo del Conocimiento para la Gestión de Proyectos ( PMBOK, Project Management Body of Knowledge), Desarrollado por el Project Management Institute (PMI, 2013). El PMI actualiza la versión del PMBOK cada 4 años (Meléndez De La Cruz, 2013).
En él se explican una serie de puntos o factores de éxito para los proyectos; entre estos destaca la correcta elección de los procesos de gestión de proyectos, así como el enfoque de desarrollo del software y por ende la metodología (PMI, 2013).
Con el fin de hacerse de un nombre y prestigio en la industria del software las empresas optan por modelos y estándares como CMMI y PMBOK para certificar la calidad de su proceso de desarrollo y gestión del software. Para esto necesitan mostrar un conjunto de evidencias, por lo general documentales.
En este punto la empresa en ocasiones se ve ante la disyuntiva de escoger entre aplicar el modelo o estándar y aplicar métodos ágiles cuando en realidad todo es una cuestión de interpretación.
Equivocadamente se ven a los métodos ágiles como anti-documentos sin comprender realmente que las prácticas ágiles se hicieron para ser flexibles y adaptables a los cambios y las necesidades propias de cada proyecto. Por lo general los estándares y modelos te dicen qué tienes que hacer y posibles evidencias para demostrar que lo haces, pero no te dicen el cómo, ni te sujetan a utilizar formatos de documentos específicos para llevar registros de evidencias.
El crecimiento de la tecnología hace que los proyectos más modernos sean poco exitosos ya que los cambios tecnológicos se realizan con tanta rapidez que es muy difícil poder planificar a largo plazo. El cliente promedio de productos y soluciones de software de gestión exige entregas con frecuencias cortas debido a la necesidad de informatización de sus áreas de procesos. Al ser estos procesos cada vez más grandes y complejos el uso de un método tradicional para el desarrollo de software de gestión conllevaría un largo desarrollo y por ende una entrega tardía del software, a riesgo de que en el momento que este sea terminado los procesos hayan cambiado tanto que sea necesario modificarlo todo.
Apostar por los métodos ágiles favorece el éxito de los proyectos y la satisfacción de los clientes.
Enriquecer estos métodos con modelos, estándares y normas de calidad constituye el broche de oro para la gestión de proyectos en el entorno actual. El agilismo y la calidad no tienen por qué utilizarse como términos opuestos. Una integración de ambos permitirá enaltecer la calidad manteniendo la agilidad en el desarrollo.
Este artículo tiene como objetivo presentar una metodología para el desarrollo de software de gestión, integrando las prácticas ágiles, estándares internacionales de gestión de proyectos y calidad de software y el modelo CMMI, para la mejora de las evaluaciones en los indicadores que miden la ejecución del proyecto, la satisfacción del cliente así como la calidad del proceso y del producto en proyectos de software.
Nota importante: Estos fragmentos han sido tomados de: http://revistas.proeditio.com/iush/quid/article/download/82/82. En dicho artículo podrán encontrar las referencias bibliográficas.
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